Gooood mooorning Vietnam

Y llegamos a la tan renombrada Vietnam. Entramos por el delta del Mekong, uno de los ríos mas largos de la zona, sellar el pasaporte a la vera del mismo le daba un encanto especial. Si no fuera por los pintorescos barquitos de madera, las vietnamitas con su gorro triangular de paja (ese, el de las películas), miles y miles de casas flotantes y granjas flotantes de pescadores, si no fuera por los Cham (comunidades minoritarias de la zona), por las fabricas de arroz en ambas margenes, y por la sonrisa constante de la gente, si no fuera por eso y por sus aguas menos turbias, podría ser nuestro querido tigre. Navegamos en un barquito tan lento como pequeño hasta llegar a Chau Doc , una ciudad costera, donde paramos para dormir. Al día siguiente, minivan (bastante incomoda por cierto) de por medio, llegamos a Saigon, o mas correcto, Ho Chi Minh city. Saigon Saigon, me gusta decirlo, y estar en esta ciudad resulta mas extraño todavía, pero debo decir que muy contrario a mis predicciones, es muy limpia y bastante desarrollada, de las mas que hemos visto en Asia, repleta de gente muy amable a pesar de la trágica historia que cargan sobre los hombros.
Aquí esta el War museum, que contiene fotos y escritos y demás de la guerra de Vietnam, y otra vez que les puedo decir, con las pupilas contraídas, los ojos entrecerrados, y un gesto de asco y dolor ajeno, fui transitando las imagenes de aquella masacre sin sentido mientras empañaba las conjuntivas de una angustia tan impotente como real. Tres millones de vietnamitas murieron allí, 2 millones de los cuales tan sólo eran campesinos, niños, hombres y mujeres inocentes a toda codicia e intereses políticos. Indignación, indignación, era el sentimiento que más se repetía,¿para qué?¿ por qué? no lo entiendo, nunca voy a poder entenderlo. Las películas de Vietnam son duras pero ver la realidad, las caras que participaron y murieron con y sin gloria, los cuerpos destruidos por las bombas, montañas de personas apiladas en barro y sangre, caras de horror, fotos de todos los fotógrafos que murieron cumpliendo con su deber de informar al mundo la realidad, bosques y campos desbastados y cantidades de niños polimarformados, retrasados, sin brazos, sin piernas, ciegos, desformes, entre otros, producto de la guerra química de la mano del Gas Naranja, que aún sigue dando sus horripilantes frutos. Hay que estar ahí para sentirlo, ninguna película yankee, por buena que sea se asoma a estar viendo el reflejo de la cruda y estúpida guerra que se gesto en este país...Al terminar, paseamos un poco por la ciudad pero con un silencio interior impenetrable. Ahora,yo me preguento,si Dios existe...donde estaba cuando ocurrió todo esto???...
Al día siguiente fuimos a los Cu chi tunnels, que son los túneles que construyenron la gente de la zona durante la guerra para refugiarse de los yankees, Tres niveles a 3 , 6 y 9 metros, 2oo kilómetros de pasadizos subterráneos, trampas mortales para el enemigo americano hechas de cañas de bambú con agujeros camuflados en la tierra con pinches de metal. Impresionante. Nos metimos por algunos túneles y fue como transportarse en el tiempo y pensar y pensar profundo en el tipo de vida y el miedo que vivieron estas personas durante 10 años.
Y para relajar un poco, sábado a la noche, nos vestimos de "fiesta" y salimos a girar. En el primer lugar de música en vivo, sentado al lado nuestro había un señor de unos 45 años, de Taiwan, empresario en una petrolera, muy gracioso en habla y aspecto, chiquito como todos los asiáticos, y nos invita un copa y otra, y que por que vamos a otro lugar que le recomendó un amigo dice, paga el taxi, y llegamos a un lugar super exclusivo y fashion,y otra copa, y otro taxi hasta finalmente llegar al boliche de onda, lleno lleno de gente, y más copas, y pedilo que yo lo pago decía pero sin ánimos de nada,ni baboso ni nada, y dale que va. Y ya saben esto del red bull (que parece que es mortal y esto es para Moni y Cheles) y que a mi no me hacen falta muchas pilas para seguir, y entonces el tipo dice que se va y a Clari le agarró sueño y se va con él que la deposita gentilmente en casa, y yo me quede bailando con un aire de "Lost In Saigon" con las locales que mucha gracia les hacia mi manera de bailar (la imaginan, no?). Y se acabo el garito y un italiano que me revoloteaba dice vamos vamos a otro y nos montamos en otro taxi con unas chicas vietnamitas, y nos fuimos a otro lugar cerca de casa por suerte, seguimos hasta que se vino la mañana, salimos con el italiano y 3 pasitos nomas y pasa una moto y me arranca la cartera (ya lo decía la lonely planet)_... dejéndome con 20 dolares menos en mi presupuesto, una marca en el cuello producida por la cinta de la carterita que me quemo por la fuerza del tironeo y un dejo de angustia como el que se siente siempre que se es profanado. Grito Ey! y corro 5 escasos pasos que me bastaron para darme cuenta que era inútil. El italiano con su sangre italiana corrió un poco mas pero yo le digo no te preocupes , que va a hacer, con unos besos intenta persuadirme de más, pero ya se me habían quitado las ganas para ciertos menesteres...¿será que tengo que seguir pagando karmas? faltaran muchos? por si acaso juro que no me robo mas papeles higiénicos de los hoteles y bares!
Y mientras vemos como escapar de los desastres naturales y otros no tan naturales que ocurren alrededor nuestro (ciclones, terremotos, inundaciones y atentados con bombas) nos encaminamos para la playa vietnamita, a ver si el tiempo acompaña y le vemos aunque sea unas horas la cara al querido RA...